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Juanetes ¿operar?

No No podemos hablar de juanetes sin hablar antes de Hallux Valgus.
El Hallux Valgus es una desviación del primer metatarsiano del dedo gordo del pie (de hecho, Hallux significa “dedo gordo” y Valgus significa “hacia afuera”), causado por una deformación de este hueso debido a distintas causas que explicaremos más adelante. La desviación del hueso, es decir, el Hallux Valgus, es lo que causa la formación del juanete. Cuando el dedo gordo descansa sobre el segundo dedo, se produce cada vez más la desviación del mismo, formando una protuberancia que aparece en el lado externo del pie y que puede inflamarse y enrojecerse, causando mucho dolor a quien lo padece.

El juanete, por lo tanto, es una especie de bulto que se forma conforme el Hallux Valgus va empeorando. Si esta deformación no se corrige a tiempo, podría causar otras deformaciones que afectarían al resto de dedos, las cuales comentaremos más adelante. En cuanto a los síntomas de los juanetes, suelen aparecer cuando el problema se encuentra en sus estadios más avanzados, sin embargo, hay personas que, a pesar de tener juanetes durante muchos años, no presentan síntoma alguno. En resumen, podríamos decir que el juanete es consecuencia del Hallux Valgus.

¿Por qué aparecen los juanetes?
Existen distintas causas asociadas a la aparición de los juanetes:

  • Uso inadecuado de calzado, que presiona los dedos en el interior del zapato y hace que se limite el movimiento de los dedos. El uso excesivo de zapatos de tacón alto también tiene que ver en la aparición del juanete por el mismo motivo. Esta no es una consecuencia directa, pero sí que contribuye a su aparición más temprana.
  • Genética: también contribuye a la aparición de los juanetes un defecto en la estructura mecánica del pie debido a factores hereditarios. Lo que se hereda no es el juanete en sí, sino la forma de caminar que ocasiona el Hallux Valgus.
  • Pie egipcio: es aquél en el que el dedo gordo es más largo que el resto de dedos.
  • Enfermedades del pie, como pies planos o pies cavos.
  • Existencia de otras enfermedades que deforman los huesos, como la artritis reumatoide.
  • Edad: también podría ser un factor desencadenante, puesto que a mayor edad, más posibilidades de padecer juanetes debido a que se ha dado más uso a los pies, sobre todo a partir de los 40 años. Sin embargo, también puede suceder que una persona más joven tenga juanetes, aunque éstos no le causen ningún síntoma.
El hecho de que los juanetes aparezcan con más frecuencia a mujeres que a hombres no es casual, pues las mujeres con frecuencia utilizan zapatos de tacón y acabados en punta, por lo que están más predispuestas a padecerlos.

¿Cuáles son los síntomas de los juanetes?

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Los juanetes se identifican fácilmente debido a los síntomas que presenta el paciente, que pueden ser los siguientes:
El principal síntoma del juanete y el más evidente es el bulto que se desarrolla en la base externa del dedo gordo del pie. Este bulto puede encontrarse enrojecido e inflamado, lo que causará dolor al paciente. Estos síntomas empeoran con el movimiento o incluso por permanecer de pie mucho tiempo.
También es común la aparición de otras irritaciones en los pies, como callos, ampollas, etc. Sobre todo la zona afectada por el juanete puede encontrarse callosa y endurecida.
En cuanto al dolor, también puede estar relacionado con la artrosis localizada en la articulación debido a la incorrecta posición del hueso.
El dedo también encuentra limitado sus movimientos y en ocasiones presenta entumecimiento y sensación de ardor.
Por último, la deformación de los dedos puede ser otro síntoma de los juanetes. Estas deformaciones se producen cuando el dedo gordo se desvía debido al juanete y produce una presión sobre el resto de los dedos del pie, que pueden curvarse provocando lo que se denomina dedos en garra, en maza o en martillo. Estos problemas derivados de los juanetes pueden ser más complicados de solucionar que el simple Hallux Valgus, por ello es recomendable que el Hallux Valgus se elimine cuanto antes.

Diagnóstico del juanete

Aunque el diagnóstico del juanete es aparentemente sencillo, ya que podemos apreciar fácilmente la protuberancia en el dedo, para realizar un diagnóstico fiable de la gravedad del problema, el especialista empleará varias técnicas:
Exploración física: El especialista valorará cuál es la gravedad de la desviación del dedo gordo y si su desviación afecta al resto de dedos, al igual que comprobará la movilidad de la articulación. También palpará la piel para comprobar el grado de inflamación que existe.
Anamnesis del paciente: El especialista debe conocer cuál es estado personal de cada paciente para saber si puede haber factores de riesgo que hayan propiciado la aparición del Hallux Valgus y del juanete. Estos factores podrían ser la edad, la profesión, la existencia de enfermedades previas como artritis, etc.
Exploración radiológica: El especialista realiza radiografías del pie, tanto laterales como de la parte anteroposterior. En la radiografía lateral se pueden apreciar las alteraciones del pie (plano, cavo) y la deformación de los dedos (garra, martillo o maza). En cuanto a la radiografía anteroposterior se ven las características del Hallux Valgus, como el ángulo del hueso.
Podoscopia: Que permitirá analizar de forma dinámica las alteraciones del pie.
Analítica.

Consejos para aliviar el dolor que causan los juanetes
Cuando el juanete ya ha comenzado a desarrollarse, es posible que el paciente comience a percibir los síntomas, sin embargo, también puede darse el caso de que el juanete no presente síntomas (sobre todo al inicio de su aparición).

A continuación, nombramos algunos consejos que pueden hacer que el dolor que produce el juanete se alivie:

  • Usar un calzado adecuado, es decir, evitar por completo llevar zapatos que aprieten los dedos por la punta y, por el contrario, utilizar zapatos con la punta ancha. También es importante evitar llevar tacones altos.
  • Utilizar espaciadores interdigitales que separarán los dedos entre sí y mantendrán el dedo en la posición adecuada y almohadillas de gomaespuma, que evitarán los roces del juanete con el zapato.
  • Aplicar hielo en el juanete 2 o 3 veces al día para bajar la inflamación y disminuir el dolor.
  • La ingesta de medicamentos antiinflamatorios, también hace bajar la inflamación y disminuir el dolor, aunque éstos deben ser recetados por el especialista.
  • Modificar la actividad, es decir, evitar las actividades que puedan causar dolor en el juanete, como permanecer de pie durante periodos largos de tiempo.
  • También hay que señalar algunos ejercicios y/o masajes que pueden aliviar los síntomas, aunque sólo de manera temporal.
  • Postura correctora: Se realiza apoyando el pie sobre una superficie plana y posteriormente cogiendo el dedo gordo y separándolo del resto de dedos hacia el exterior el máximo tiempo posible.
  • Masaje corrector: Para mejorar la deformidad del dedo y relajar el músculo, se puede aplicar presión y deslizar ambos pulgares de la mano de la parte superior del pie hacia los dedos. Realizar hasta 9 presiones profundas.
Sea cual sea la causa de aparición del juanete o del Hallux Valgus, hay que señalar que éstos no desaparecen por sí solos, sino que empeoran con el tiempo si no se tratan adecuadamente y a tiempo. Sin embargo, es cierto que algunos pueden empeorar con más rapidez que otros.
Existen formas de aliviar el dolor de los juanetes, como ya hemos comentado antes, sin embargo, la única forma de eliminar el dolor por completo y hacer que desaparezca el Hallux Valgus y el juanete, es someter al paciente a una intervención quirúrgica. Cuando los juanetes interfieren con las actividades cotidianas del paciente, impidiéndole a este realizarlas con normalidad a causa del dolor o las molestias que produce el juanete, es el momento de plantearse la intervención.

Dos de las técnicas que existen para eliminar el juanete son las siguientes:

Operación de juanetes o Hallux Valgus con osteotomía

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Consiste en la realineación del hueso (primer metatarsiano) del dedo gordo del pie para que el hueso conserve su forma original, es decir, para que se mantenga recto, que es como debería estar.
Tras aplicar anestesia local o regional al paciente, el cirujano accede a donde se encuentra el juanete mediante una incisión. Cuando llega a la zona, el cirujano secciona o corta la parte del metatarsiano que sobresale hacia el exterior (recordemos que ésta es la causante del juanete).
Tras seccionar el hueso, el cirujano coloca una serie de tornillos en los huesos para hacer que éstos se unan correctamente y que el hueso crezca. Finalmente, se sutura la herida quirúrgica y se procede a vendar el pie.
Hay que señalar que esta intervención está indicada sobre todo cuando el pie presenta una desviación de más de 30°, es decir, cuando la intervención es de carácter más grave. Una vez eliminada la desviación, desaparecerá con ella el juanete, puesto que se liberan los tejidos que se encontraban en tensión.

Este tipo de intervención es sencilla, además no requiere la hospitalización del paciente, ya que es ambulatoria. Tiene una duración de entre 30 y 90 minutos.

Operación de juanetes o Hallux Valgus sin osteotomía

A este tipo de intervención se le denomina “cirugía percutánea” y es de mínima invasión, ya que el cirujano no realiza incisiones de gran tamaño para llegar al problema ni tampoco corta el hueso, como hemos explicado en la técnica anterior. Esta intervención es más recomendada en los casos leves o moderados de Hallux Valgus.

Consiste en lo siguiente: el cirujano proporciona anestesia local o regional al paciente y después realiza tres o cuatro incisiones en la zona que va a ser intervenida. Mediante estas incisiones, el especialista introduce las herramientas quirúrgicas necesarias en el interior del pie del paciente. Mediante estas herramientas, le es posible al cirujano ver el interior del pie del paciente en un monitor, que se encuentra situado en la sala de la operación. De esta manera, puede operar al paciente correctamente.

Una vez intervenido el Hallux Valgus, ocurre igual que en la operación anterior, el tejido deja de encontrarse presionado y el juanete desaparece. Se colocará una venda en el pie intervenido, que se retirará transcurrida una semana.

Esta operación también dura entre 30 y 90 minutos.

Postoperatorio de la operación de juanetes

Tras la operación de juanetes con osteotomía, el postoperatorio durará de tres a seis semanas aproximadamente. Pasado este tiempo, es cuando el paciente podrá apoyar el pie en el suelo por completo. Sin embargo, no será hasta la décima semana cuando el paciente estará totalmente curado y podrá volver a realizar con normalidad sus actividades cotidianas.

En cuanto a la intervención de juanetes sin osteotomía, tras la operación, el paciente tendrá que utilizar zapatos de suela rígida y también se le colocará entre los dos primeros dedos del pie un elemento que hará que se mantengan totalmente rígidos y que no se vuelva a producir la desviación. Cabe destacar que la recuperación del paciente operado mediante esta técnica reduce bastante los periodos de recuperación, además de que las cicatrices son mucho menores.

A modo de conclusión, hay que decir que el objetivo principal de cada una de estas operaciones es exactamente el mismo: la eliminación completa del juanete y de los síntomas que éste causa mediante la corrección del Hallux Valgus (es decir, mediante la alineación del dedo gordo del pie).



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