A menudo nos hemos propuesto alimentarnos de una manera más equilibrada pero no siempre lo hemos conseguido. Cada comida del día es importante, pero hay una que destaca especialmente porque influye mucho en los problemas del hígado, insomnio y en el sobrepeso: la cena.
En este artículo explicamos las claves para cenar de manera saludable, lo cual nos aportará inmediatamente beneficios muy importantes para nuestra salud y también para nuestra belleza. También te proponemos algunas cenas para que puedas empezar desde hoy mismo.
Beneficios y perjuicios de la cena
La cena es la última comida del día, y su función es la de no acostarnos con el estómago vacío y contribuir a un buen descanso, pero sin embargo no debe ser una cena tan nutritiva como el desayuno o el almuerzo, ya que apenas vamos a gastar energía durante la noche. Por eso es importante que hagamos la cena temprano o bien ligera.
Cuando cenamos de manera copiosa, demasiado tarde, o incluyendo alimentos poco saludables, podemos notar algunos de los siguientesefectos en nuestra salud:
¿A qué hora cenamos?
Desde que nos acostamos nuestro cuerpo empieza a descansar y a permitir que las células de nuestro organismo se regeneren. Según la Medicina Tradicional China, a cada hora hay un órgano que se regenera especialmente:
- De 23 a 1 horas: la vesícula biliar
- De 1 a 3 horas: el hígado
- De 3 a 5 horas: el pulmón
- De 5 a 7 horas: el intestino grueso
- De 7 a 9 horas: el estómago
Si respetamos pues los ritmos biológicos de nuestro organismo debemos haber terminado la digestión de la cena a las 23 horas como muy tarde, contando que la digestión suele durar entre 2 y 3 horas. Por ello la mejor hora para cenar es antes de las ocho de la tarde / noche.
¿Qué debe contener una cena saludable?
Una cena equilibrada debe contener lo siguiente:
- Una parte de vegetal, preferentemente cocida, aunque si la digerimos bien también puede ser cruda (ensaladas por ejemplo), especialmente en épocas de calor.
- Una parte de proteína baja en grasas: huevo, pescado, legumbre, seitán, queso fresco o yogur, frutos secos, setas
- Una pequeña parte optativa de fécula o cereal: pan integral para compañar, pasta, arroz integral, patata, plátano
- Una pequeña parte de grasas saludables: aceites vegetales de primera presión en frío, frutos secos, yema de huevo, yogur, aguacate.
¿Qué no debe contener una cena saludable?
- Un exceso de féculas o cereales, ya que nos aportan demasiada energía
- Azúcares
- Frutas dulces, porque provocan sobrepeso si las comemos mezcladas con la cena
- Frutas cítricas como la naranja o la mandarina, ya que dificultan el descanso
- Frutas de verano ricas en agua, como la sandía o el melón, porque dificultan la digestión
- Grasas saturadas (margarinas, bollería, fritos, carne roja, etc.): porque sobrecargan el hígado y la vesícula
- Exceso de sal, que provoca retención de líquidos
- Estimulantes: café, té, cola, etc.
Ejemplos de cenas saludables
- Crema de verduras y un poco de avena y huevo duro rallado
- Verduras salteadas con setas y una tostada de pan integral
- Yogur natural con medio plátano y un puñado de nueces
- Sopa de verduras y fideos y pescado a la plancha
- Licuado vegetal o gazpacho y tortilla
- Crema de legumbres y peras al horno
- Verdura con un poco de patata y pollo al horno
- Ensalada verde con queso fresco y semillas
- Tortita de maíz con guacamole
- Ensalada de lentejas, zanahoria rallada y un poco de salsa mayonesa
Nota final
Si algún día cenamos más temprano o vamos a realizar alguna actividad antes de acostarnos podemos aumentar la cantidad de féculas y cereales, y permitirnos por ejemplo una pizza integral de verduras y setas o un bocadillo de lechuga, tomate y queso. Si entre semana cuidamos las cenas, los fines de semana podemos hacer alguna excepción, aunque a la mañana siguiente siempre notaremos si la cena ha sido saludable o no según el aspecto y la energía con las que nos levantemos.
- fuente: mejorconsalud