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Inflamación tobillo



Las razones pueden ser varias pero lo cierto es que la hinchazón de tobillos se puede combatir y tratar. Los edemas (nombre médico para este problema) ocurren por mala circulación, retención de líquidos, mala postura o el embarazo, entre otras causas.Aprende un poco más en el siguiente artículo.

¿Por qué se hinchan los tobillos?

Luego de un día agobiante, es probable que sientas que tus tobillos no son los mismos que a la mañana. Si estuviste muchas horas sentado frente al ordenador en el trabajo, hiciste un largo viaje o inmovilizaste demasiado las piernas, puede ser una de las razones. Esto ocurre porque si no caminamos o corremos, los músculos y las válvulas de la zona se contraen y no se relajan, por lo que no pueden hacer su “camino” correcto hacia el corazón, porque este movimiento es mucho más lento.
Este problema es muy habitual en las personas con sobre peso o mayores, porque el corazón no tiene la suficiente potencia como para bombear la sangre a mayor velocidad. Esto genera presión alta y mucha sangre en los tobillos. Las venas no cierran adecuadamente y ceden o estiran, pudiendo “contener” más líquido.
Otros factores de riesgo relacionados a la inflamación de los tobillos son:
  • el tabaquismo
  • el colesterol
  • el sobre peso que recae en los tobillos
  • la gota
  • la diabetes
  • la hipertensión
  • los problemas renales
  • el embarazo
  • el uso de anticonceptivos
  • algunos medicamentos
Los médicos además de contabilizar estas razones “frecuentes”, pueden querer descartar otras en el chequeo, como ser:
  • un deficiente funcionamiento de los órganos como los intestinos o el riñón
  • una dieta con mucha cantidad de grasas y saludables
  • unas venas débiles que no permiten un flujo sanguíneo adecuado
  • una obstrucción en los ganglios linfáticos
  • desnutrición
  • depresión y otras causas emocionales

¿Cómo evitar que se hinchen los tobillos?

  • Mover las piernas cada hora: si tu trabajo requiere estar todo el día sentado en un escritorio, levántate cada una o dos horas y da una vuelta por la oficina, así se reactivará el flujo sanguíneo de tus piernas. Si sueles viajar mucho y estar sentado incómodo, haz lo mismo, ve al baño, párate un poco, estira las piernas. Hacercaminatas cortas a diario es realmente muy bueno, porque evita que se formen coágulos de sangre.
  • Perder peso: si tienes algunos kilos de más no es problema, ahora si estos resultan perjudiciales para tu salud, es tiempo de que comiences a hacer dieta. Recuerda que la obesidad altera el funcionamiento del corazón y de los órganos. Además, puede estresar las piernas y causar hinchazón en los tobillos. Al perder peso las partes inferiores del cuerpo se desinflaman y no retienen líquido.
  • Consumir poca cantidad de sal: mucho sodio en la dieta diaria causa problemas en los tejidos de los tobillos y los pies. Disminuye la ingesta y así no retendrás líquidos. Esto también incluye dejar de consumir productos enlatados o procesados, que suelen tener mucha cantidad de sal. Prefiere la sal marina o la de bajo contenido de sodio.
  • Cambiar la medicación: algunos medicamentos pueden causar inflamación en los tobillos, piernas y pies como uno de sus efectos secundarios. Pregunta a tu médico si esta puede ser la causa y si es así, que los cambie por otros que no tengan tal efecto. En el caso de consumir remedios de venta libre, fíjate en el prospecto sobre los efectos adversos.
  • Hacer ejercicio: esto permitirá mejorar la circulación y que la sangre fluya correctamente por todo el cuerpo y llegue correctamente al corazón. Puedes optar por andar en bicicleta,caminar o trotar cada día o al menos, tres veces a la semana. Con 20 minutos por sesión, será suficiente para comenzar.
  • Elevar los pies a la noche: cuando regresas del trabajo y estás mirando televisión, coloca las piernas para arriba con la ayuda de uno o varios almohadones. Si te animas puedes apoyar los pies en la pared o en un mueble y permanecer así algunos minutos. Esto permitirá que la sangre “baje” y no se acumule en los tobillos. Seguramente sentirás como un “cosquilleo”. Si te duele, baja los pies e inténtalo de nuevo en unos minutos.
  • Beber mucha cantidad de agua por día: de esta manera, evitarás la retención de líquidos. En invierno, son 2 litros y en verano, algunos médicos aconsejan 3. Pregunta a los especialistas para que te informen la cantidad que tienes permitida según tu edad.
  • Utilizar zapatos cómodos: no han de estar demasiado apretados ni ajustados, en lo posible, si tienen cordones, no los ates muy fuerte. Si tienes la opción de estar descalzo un rato (aunque sea durante la hora de almuerzo), aprovéchalo.
  • Hacer baños de agua fría: coloca en un recipiente una buena cantidad de agua fría del grifo. Sumerge allí los pies y que el agua te llegue hasta arriba de los tobillos. Deja unos minutos y verás que la sensación de hinchazón va disminuyendo.
  • Usar medias ortopédicas: en los casos de inflamación crónica, los médicos recetan este tratamiento que consiste en una especie de bota que ajusta y ejerce presión en pies, tobillos y pantorrillas. Los vasos sanguíneos se dilatan y el retorno de la sangre al corazón es la adecuada.
  • Beber diuréticos: las infusiones con hierbas diuréticas permiten eliminar las toxinas a través de la orina. Algunas de las más usadas son la cola de caballo, el palo azul o las uvas. Una dieta depurativa también es una buena opción.
Fuente: mejorconsalud


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